domingo, 5 de diciembre de 2010

Entrevista a Babylon Zoo

Obra de Ignacia Mesa.
Entrevista para FugasCaramba.


Fue trabajando en una librería y mirando libros de arte que Andrea Leiton y Leonardo Casas decidieron crear Babylon Projects. La idea de difundir el trabajo de artistas que les gustaran y que no participaran del circuito nacional, se ha traducido desde entonces en muestras como “De tripas corazón”, “Hot Tattoo”, “Urban Plot”, “Not like Most” y “Factor Polanski”. A días de inaugurarse “Babylon Zoo”, descrita por sus fundadores como “una exploración visual de los vínculos entre la vida animal y el mundo humano”, FugasCaramba quiso conversar con ellos acerca de sus proyectos para el 2011 y de paso, pedirles algunos datos de nuevos referentes artísticos.

¿Por qué Babylon?

Babylon tiene para nosotros varias connotaciones, que van desde la canción de Boney M, hasta la Babilonia donde habitaba Pazuzu, el rey de los demonios del viento.

Cuál fue su primer referente artístico.

Andrea: Referentes pop que me mostraba Leo, la verdad yo estaba bastante desenchufada del mundo artístico. Pese a todo lo que reclamábamos en contra de nuestro trabajo en la librería, nos sirvió para saber lo que no nos gustaba y la gente que no queríamos en nuestra galería.

Leo: Con Andrea compartimos un gusto por ciertas estéticas evocativas y difíciles de definir por los mortales: visualidades pop que van más allá de las modas y del gusto masivo. Son un referente importante obras que funcionen como ventanas a mundos y dinámicas culturales alejadas de lo que vez en la superficie.

Qué artistas creen que debieran salir hoy del anonimato.

Andrea: ¡Los artistas de Babylon por supuesto!, ponerle ojo a Ignacia Mesa.

Leo: Hoy en día es difícil llegar a un punto de equilibrio entre lo real y lo ficticio: lo que en un ámbito es un referente, en otro simplemente no existe. Si hablamos de SU mundo, obvio que la obra de Ignacia Mesa es equilibrio perfecto: muy delicada en su elaboración y muy evocativa visualmente. También está Vicente Ibáñez, que viene del mundo del tatuaje pero desarrolla un trabajo gráfico de calidad, repleto de elementos iconográficos de otras épocas y resultado de una impresionante disciplina de trabajo.

Primer disco que se compraron y el último que se bajaron.

Andrea: El primer CD que tuve en los ´90 fue de Simple Minds y lo último que bajé fue todo sobre Joy Division.

Leo: El mío “Hyaena” de Siouxsie and the Banshees, lo último que bajé fue uno de Blast Furnace.

¿Cómo será el segundo compilado de “By the rivers of Babylon”?

Leo: Ahora estamos armando un compilado de chicas que se llamará “The Palmenias”. En los temas de música trabajamos con Cristóbal Moya de La Iglesia de Abigail.

¿Cuáles han sido los principales problemas y oportunidades a los que se han visto enfrentados como gestores culturales?

Andrea: Cuesta. Si no estás en el circuito tradicional artístico chileno nadie te da un auspicio, aunque sea una copita de vino para una inauguración.

Leo: Es complicado porque te enfrentas al peor enemigo: la ignorancia. La gente que se auto proclama lo que está “in” puede ser una lata y su estupidez un obstáculo, que aunque es fácil de sortear, es aburrido de vivir. La plata es un tema real, sin ella se complican temas como la imprenta, los eventos y las adquisiciones. Pero confiamos en nuestra suerte, siempre pasan cosas extrañas que nos conducen a alguna interesante aventura Babylon.

¿Cómo nació la colaboración con artistas extranjeros?

Andrea: Leo tiene muchos amigos extranjeros que resultaron ser, además de excelentes artistas, máximos colaboradores.

Leo: Nuestros amigos extranjeros han apoyado el proyecto desde el día uno. Al momento de fundar Babylon Projects había varios proyectos funcionando con artistas de Italia, de Estados Unidos y de Inglaterra. En Italia está Valerio Pierbattista y Nicola Vinciguerra y mis hermanos de la banda Ianva. En Estados Unidos están V.K. Seven y los chicos del Partridge Family Temple, Robert Pepper (de la banda Post Abortion Stress) que ha sido de vital importancia para muchos asuntos musicales, logísticos y de difusión para Babylon Projects y también Lawry Zimlrah, Shaun Partridge y gea*. Ahora se viene el proyecto con Diabolus Rex en el 2011, donde esperamos traer a Chile sus obras bio-mecánicas.

Qué debe tener una obra para integrar su catálogo.

Andrea: Gusto, el simple gusto.

Leo: Una mirada a la realidad que sea fresca, autónoma, independiente de modas y estéticas de turno.

¿Qué podremos ver en “Babylon Zoo”?

Leo: En Babylon Zoo - Bestiario de los últimos días, podrán ver trabajos de Verena Urrutia, Gracia Castillo, Julio Valdés, Edwards Estay, Carlos Apablaza, Vicente Ibañez y Cristóbal Moya. La idea fue reunir artistas contemporáneos que retrataran su vínculo personal con sus animales, ya sean mitológicos, domésticos, silvestres o alegóricos. Esto a través de la pintura, el dibujo y la gráfica.

Qué les gustaría alcanzar en los próximos 5 años.

Andrea: Un espacio físico donde poder mostrar a todos los artistas Babylon y unos vinitos que nos auspicien en las inauguraciones.

Leo: Espacio, auspiciadores y unos coleccionistas entretenidos, que se dejen llevar por la aventura Babylon.

Inauguración: “Babylon Zoo”

Cuándo: viernes 3 de diciembre.

Dónde: Sala de Exposiciones Biblioteca Viva (Av. Jorge Alessandri 20040, San Bernardo, Santiago – Chile).

Hora: 19:30 hrs.

Curadores: Cristóbal Moya y Leonardo Casas.

www.babylonprojects.com

Entrevista a Niño Envuelto


Foto por Josefina Astorga
Entrevista para FugasCaramba.

“La mujeres lindas y malditas, las mujeres lindas e iluminadas, los días nublados, la ciudad, las calles, los carretes, el insomnio y la electricidad…” son parte de las influencias que la banda de metal, rock y progresivo “Niño Envuelto”, reconoce en su trabajo. Aunque se definen esencialmente como un dúo, cuentan con la participación de bajistas invitados y hoy, a la espera del lanzamiento de su primer LP, “El Poder”, se perfilan como un power trío.

Conversamos con Roberto Ronderos, guitarrista y fundador de la agrupación en el 2005 junto al baterista Javier Mansilla, sobre sus referentes, tocatas y proyectos.

- La razón de por qué haces música.

La razón de por qué hago música es porque necesito hacerlo, no podría vivir sin ella, es una wea de vocación y de pasión… aunque suene chulo, cuando dejo de hacer música me atrapo y mi vida se complica, mi ánimo cambia y me pongo imbécil de frentón. Me gusta, me emociona y es un medio de expresión y desahogo fuerte. Además, tengo una volada en la que me siento poderoso (el disco nuevo se llama "El Poder").

- Cuál fue tu primer referente.

En términos cronológicos y musicales mis primeros referentes de chico fueron una mezcla de Grunge y Metal, bandas como Nirvana, Megadeth y Pantera. Es difícil explicar o ligarlo a nuestras influencias, siento que somos libres al hacer música y que hay una mescolanza bien particular en el sonido de la banda.

- Artistas que admiras.

Son muchos y muy variados: Pantera, QOTSA, Rage Againt the Machine, NIN, Nirvana, Mars Volta, System of a down, White Stripes, Yeah Yeah Yeahs, Melvins, Radiohead, Massive Attack, Depeche Mode, Sonic Youth, Pixies, Slayer, John Frusciante… me gustan mucho Beethoven, Chopin, Rachmaninoff, por nombrar unos poquitos, son demasiados y faltan muchos.


- Primer disco que te compraste y último que te bajaste.

El primer disco (casete en realidad), que me compré creo que fue uno de Guns and Roses, aunque creo que me lo regalaron. El primero que me compré yo fue “Rust in peace” de Megadeth.
El último que me bajé es un disco llamado “8 Convulsions” de una banda antigua llamada Crisis, lo recordé, ya que la escuchaba cuando estaba en el colegio y lo bajé, es una banda de metal muy extraña.

- Última película buena que viste.

“Bender´s Game”, una película de Futurama muy chistosa, (fue vista en trip, lo que causó gran risa). En este momento me alistaba para ver " La isla siniestra" que de seguro será la última buena película vista.

- Qué banda te gustaría que te teloneara o con cual compartirías escenario.

Hablar de una banda que nos teloneara sería como agrandarse, ya que aún somos una de las llamadas bandas emergentes, pero admiro a Engrupid Pipol (que hasta hace poco se llamaba Sífilis) acá en Chile, una banda instrumental metalera buenísima donde tocan algunos amigos. Bandas grandes, QOTSA sería una banda increíble para telonear, Faith no More…cualquier banda que nos guste.

- Si se les quemara la sala de ensayo, y pudieran rescatar 1 cosa, ¿qué sería?

Mi guitarra, soy egoísta y la quiero mucho. Javier seguramente alcanzaría a sacar algo de la bataca. Mi ampli también importa mucho, ¡es único!

- Algo que les gustaría alcanzar en 5 años.

Reconocimiento, darle la vuelta al público malo que hay en Chile (y en el mundo en verdad), intentar seguir innovando, tener poder como para alcanzar a torcer el sistema musical penca que hay acá. Salir a tocar afuera, compartir escenario con alguna banda grande. Poder vivir de nuestra música sin destruir la esencia de ella. Crecer lo más rápido posible.


- Una cosa que quisieras que el mundo supiera de Niño Envuelto.

Que somos una banda que intenta innovar, que es una banda potente y buena para el hueveo pero profunda en el fondo, que hay fuerza y talento en ella. Que creemos tener el potencial a nivel mundial, que no arrugaríamos a tocar en Woodstock ni tener que aperrar en un escenario grande con alguna gran banda jaja y que nos gustaría que nos vieran tocar. Que nos creemos poderosos y que hacemos lo que queremos.



Integrantes: Roberto Ronderos (guitarra y voz), Javier Mansilla (Batería), Alejandro Marín (bajo)

Discos: “El Poder” (13 temas)

Lanzamiento: 26 de noviembre, Bar Luna en Llamas (Calle del Arzobispo 0601, Providencia)

Contacto: ninoenvuelto@gmail.com myspace.com/ninoenvuelto ninoenvuelto.blogspot.com



jueves, 26 de agosto de 2010

"Deudos" en Espacio Cellar





“La muerte no es el hecho físico del deceso, sino la conciencia sobre este último y definitivo acto de la vida terrena de cada hombre, en el que la esperanza triunfa sobre el temor a la nada, sostenida por la idea de sobrevivencia, inmortalidad y resurrección. La redención última, la salvación del género humano a través de la figura de Jesús, arraigada con fuerza en la conciencia Latinoamericana; se presenta a través de una simbología y estética únicas, retratadas hoy bajo la mitología personal de Gracia Castillo y Julio Valdés.



Así como el artista popular nutre el santuario donde descansan sus muertos, esta obra ofrece la posibilidad de una continua transformación sostenida en las ofrendas de sus creadores.




Deudos, retrata la existencia del que debe en vida, del que cree, teme y finalmente se encuentra ante la santa muerte; esperando convertirse quizás en otro recuerdo póstumo que será adorado, festejado o condenado para siempre. ”

domingo, 30 de mayo de 2010

The Phantom Tollbooth

viernes, 7 de mayo de 2010

Qué pasó y pasa con...

Cyndi Lauper y la dupla Corey














A un mes del lanzamiento de la producción número 12 de Cyndi Lauper, "Memphis Blues", revisamos parte de su extensa y prolífica carrera artística, junto a la de otros ídolos adolescentes que no corrieron la misma suerte.


Hace varios años escuché en esos intermedios musicales del canal Sony, una banda bautizada como The Thrills. Nada en ella me llamó la atención, hasta que escuché el coro y título de la canción: “Whatever happened to Corey Haim" (Qué pasó con Corey Haim). Esta frase fue razón suficiente para ver el video repetidamente hasta que se hiciera insoportable. Cualquier comentario del que fuera mi tercer ídolo en la vida, después de Michael Jackson y Emmanuel, valía el esfuerzo. Habían pasado tantos años desde la última vez que escuchara su nombre en algún medio, que llegué a creer que todos habían olvidado al canadiense de “Sin licencia para conducir” (License to drive), “Generación perdida” (Lost Boys) o “Sueña un pequeño sueño” (Dream a little dream). Yo aun conservo sus fotografías tamaño billetera de la Tv Grama. Y autografiadas. También las de su tocayo y aliado Corey Feldman.



De ambos se supieron algunas historias relacionadas con drogas, alcohol y mujeres voluptuosas a mediados de los noventas, de ahí en adelante ninguno volvió a tener la misma suerte. Basta ver como terminó en marzo de este año la vida de Corey Haim, con solo 38 años de edad y afectado por una supuesta pulmonía (aun cuando se encontraron 8 medicamentos diferentes en su sangre).



Su amigo Corey Feldman, con quien protagonizó en el 2007 el reality “The Two Corey´s”- donde ambos anunciaran que de niños habían sido víctimas de abuso sexual- no ha logrado reivindicar su imagen y actualmente participa de eventos de caridad y de firma de autógrafos. Muy diferente era su vida a finales de los ochentas, cuando se paseaba por la alfombra roja junto a Michael Jackson, a quien defendiera en 1993 durante su juicio por pederastia y a cuyo funeral, asistiera vestido en su honor. Hecho que produjo molestia, ya que Feldman, una vez que terminara su amistad con Jackson en el 2001, anunció públicamente que el cantante le mostraba pornografía cuando niño (también aclaró que no tendría nada que ver con los abusos sexuales confesos por televisión).






“Cuenta conmigo” (Stand by me), “Los Gremlins” y “The Goonies”, fueron algunas de las películas que Feldman interpretó sin la compañía de Haim. Fue en esta última que conoció a Cyndi Lauper, quien interpretara "The Goonies 'R' good enough”, tema central de la producción y que en 1985, le valiera una nominación al Grammy por mejor interpretación pop femenina. Así como los jóvenes actores, Cynthia Ann Stephanie Lauper estaba en uno de sus mejores momentos. Hace solo dos años había lanzado su disco debut bajo el alero de Portrait Records, luego de hacerse camino en bandas como Doc West, Flyer y Blue Angel.




“She´s so Unusual” (1983), con “Girls just want to have fun”, “All through the night”, “Time after time” y “She Bop”, fue sin duda un
increíble primer disco, con cuatro canciones incluidas en el TOP 5 de la Billboard. Su carátula fue creada, así como todas las que le siguieron, por la misma Lauper. Lo mismo ocurrió con la dirección de sus videoclips, veta que hasta hoy explota en el área de la publicidad televisiva. Pero eso no ha sido todo. La cantante trabajó varias veces en cine y televisión, y sus apariciones en la serie “Mad about you”, le valieron dos nominaciones a un Emmy, el cual ganó en 1997
.



Lauper estuvo durante el mes de junio de 2007 de gira por Estados Unidos bajo el lema “True Colors Gay Rights Tour”, empresa compartida con Deborah Harry, Erasure, The Gossip, The Dresden Dolls y The Misshapes. Los derechos humanos, la tolerancia e integración de los distintos sectores sexuales de la sociedad, fue el punto de partida de las presentaciones, que se han instaurado como una celebración anual. La idea fue concebida por Lauper como una retribución al apoyo que durante toda su carrera, ha recibido por parte de la comunidad homosexual. Luego de la visita a 15 localidades en el 2007 y de 24 al año siguiente dentro de los Estados Unidos de la mano de The B52s, Joan Jett & The Blackhearts y Rosie O'Donnell, su equipo se encuentra hoy preparando la próxima versión del encuentro musical.

Para junio está programado el inicio de la gira de verano de Cyndi Lauper por Estados Unidos, con un espectáculo que revisará parte de sus clásicos y su nueva producción “Memphis Blues”, cuyo lanzamiento se espera para el 22 de ese mes. Parte de su show pudo ser apreciado por 5.000 personas el martes 25 de noviembre del 2008 en el Teatro Caupolicán para su gira “Bring ya to the Brink”, con excelentes críticas. Así se concretó, luego de varios rumores en el 2007, su tercera visita a Chile luego de su gira de 1994, “Twelve Deadly Cyns”. Ambos espectáculos quedan sin embargo bajo la sombra de su presentación en 1989 de su gira “A night to remember”, donde se congregaron 60 mil espectadores en el Estadio Nacional.

Acá un lindo video de Time after time.

Cristián Leighton


“La gente tiene avidez de cultura, pero no sabe cómo conseguirla”





“Al Sur del Mundo”, “Los Patiperros”, “Inmigrantes”, “Apasionados”, “En tu lugar”, “Viejo Zorro”, “Santiago no es Chile” y “Voy y vuelvo”; son algunas de las creaciones transmitidas por televisión abierta del documentalista Cristián Leighton, ganador del premio al Mejor Director de Programas para la Televisión en los Altazor 2010.


Entrevista realizada en el 2006 por Viviana Cornejo y Fernanda González.
Nota y actualización por Fernanda González.


A Cristián Leighton, le gusta la televisión. Cree que es el espacio indicado para exhibir el género documental y que es una herramienta fundamental para educar a la población. Es por esto que tampoco tiene problemas en destriparla cada vez que puede, alegando por su pobre parrilla y por la falta de credibilidad que los productores dan a su público y a los mismos realizadores.
Pero no todo partió en los estudios. Cristián Leighton tiene una nutrida historia en el mundo de la creación audiovisual independiente. “Nema problema”, basado en la realidad de los exiliados de la ex Yugolsavia que aterrizaron en Chile en 1999, fue galardonado en el 2001 con el Premio al Mejor Documental en el Festival Internacional de Documentales de Santiago y al Mejor Documental Extranjero en el Festival de Cine Independiente de Nueva York. Con “El Corredor”, fue reconocido con el “Gran Premio al Mejor Documental” en FIDOCS 2004 y el premio “Santiaguillo” al Mejor Documental en el Festival de Cine de Valparaíso 2005.
Leighton, de quien se puede ver hoy por las pantallas de Canal 13 su producción “Voy Vuelvo”, tiene a su haber tres Premios Altazor como mejor Director de Programas o Producciones para Televisión, con “Inmigrantes” (2003), “Apasionados” (2005) y “Santiago no es Chile” (2010). Aquí conversamos con el realizador, que desde hace 10 años trabaja junto a su equipo en la productora Surreal Films.


¿Cómo fue tu paso por la universidad?

Mi primer paso como estudiante fue en la Universidad Católica, donde entré a estudiar filosofía. Estuve un tiempo ahí, pero la verdad la experiencia no me gustó para nada. Era una época muy conflictiva, y se hacía extraño ir a estudiar a un lugar donde los alumnos desaparecían por las torturas. Por suerte apareció una escuela de comunicación donde estaban Fernando Paulsen y Augusto Góngora. Ahí nació un instituto de comunicación y me cambié para allá. Era lo más parecido al cine que existía en el país. Aún cuando el enfoque era bastante teórico, principalmente leer y ver películas, terminé la carrera. Faltaban equipos, acceso a cámaras, pero había muy buenos profesores, así que me dediqué esos cuatro años a ver películas y a estudiar lingüística.

Pero ustedes igual tenían la posibilidad de filmar, de crear....

Sí, había dos tipos de trabajos: los más “experimentales”, que eran catalogados casi como de video arte y la otra gente que se dedicaba a salir a la calle y grabar lo que estaba ocurriendo. Yo me dediqué a la experimentación.

¿Tú te involucraste alguna vez en temas políticos?

No, no hice nada político, de hecho yo pertenecía a un movimiento más “anárquico”. Me parecía que el discurso audiovisual no debía ser solamente mostrar lo que pasaba en la calle, sino que también había que elaborar un discurso más innovador, más subversivo, pero a partir del lenguaje. Era muy interesante porque había una pugna entre los que querían mostrar la realidad y quienes les importaba el cómo se mostraba.

Qué temas tocabas en ese entonces, ¿algo similar a tu trabajo actual?

No, hacía historias de ficción bien pretenciosas, pero eran divertidas, tenían humor.

En varias entrevistas hablas de un cierto rechazo hacia el género de ficción.

Sí, yo quería hacer cine de ficción, era lo que me interesaba, pero una vez que terminé la carrera y salí al mundo real me topé con el dilema de crear, de imaginar una historia. Me pareció muy difícil y quedé entrampado. Entonces empecé a trabajar en publicidad para vivir, además de productor, al mismo tiempo que intentaba escribir guiones.
Entré a trabajar en “Al Sur del Mundo” de Francisco Gedda, y lo encontré súper bueno, lo que me impresionó porque hasta el momento no me gustaban los documentales. No tenía la costumbre de verlos, ni el bagaje en cuanto al género documental y fue con “Al sur del Mundo” que empecé a interesarme en el género. Este programa era diferente a lo que yo había visto en la televisión, donde se mostraban principalmente documentales dedicados a la vida salvaje, lo que encontraba aburridísimo. Toda mi vida había visto en el cine películas de ficción y eso era lo que yo quería hacer. Pero ahí conocí otro tipo de temáticas en torno al género documental, al tiempo que me enteré de la historia del tren en el norte (“El tren del Desierto”), la que me interesó mucho para hacer un documental o una ficción. No sabía lo que iba a hacer con ella, pero iba a tomarla. Entonces salí al norte con Francisco Reyes, preparados para hacer ficción, con vestuario especial y todo, pero a la vez haciendo un documental sobre al gente que vivía ahí. Hubo mucha gente que quedó con la duda después de ver la cinta, no sabían hasta qué punto había sido cierto lo que habían visto. Y a mi me parecía interesante ese juego. Los límites y las fronteras son muy difusas. Luego de esa experiencia me pregunté cómo me había sentido más cómodo y me quedé con los documentales. Y ahí empezó el tema de la televisión.



Tú dices que hacer ficción es más difícil que el género documental, pero qué pasa con la dificultad de hacerse parte de una realidad, que sus personajes te abran las puertas y mostrar su mundo fehacientemente.

Sí, es verdad eso. A mi me parece que hacer un muy buen documental es muy difícil. Sin embargo, admiro a la gente que hace ficción porque encuentro que trabajar con actores es un tema, además de trabajar con un gran equipo de personas. En cambio en el documental trabajas con poca gente, en un ambiente mucho más tranquilo y silencioso.
El documental para mi no tiene ninguna diferencia desde el punto “narrativo” con la ficción. La única diferencia entre el documental y la ficción, es que en la última tú trabajas con actores y en el documental no.

¿Cómo entraste de lleno a la televisión?

Antes de trabajar en “Al sur del Mundo” como productor, trabajé en el área dramática de Canal 13 en la teleserie “Semidiós”, donde fui asistente de dirección. Acá también descubrí que la ficción no me gustaba mucho, encontraba todo demasiado falso, una verdadera maqueta. Es muy rara la teleserie chilena.
Bueno, después de mi paso por el área dramática entré a trabajar en la producción independiente y me empecé a meter más en el tema de producción de reportajes y documentales.
Mis pasos fueron primero en la publicidad, después en la ficción en la televisión y finalmente en la producción independiente, basada en la realidad. Pasaron como cuatro años para que me diera cuenta que me interesaba realmente el documental, además de la posibilidad de dirigir.

¿Cómo nació la idea de “Los Patiperros”?

Desde 1990 TVN tenía la idea de hacer un programa sobre chilenos en el extranjero. Pero habían pasado cinco años y no se había concretado nada al respecto. Se acercaron a la productora y nos dijeron que hiciéramos una propuesta concreta. Y ahí planteamos la idea de hacerlo con chilenos desconocidos, anónimos, porque en un principio el canal quería hacerlo con personajes destacados.
Además de este detalle, yo quería que el formato fuera diferente a todo lo que se había visto en Chile hasta el momento, quería hacerlo como se estaba haciendo en el extranjero. Afortunadamente yo había ido ya a un par de festivales y había visto hartas cosas, mi punto de referencia se había ampliado enormemente. Entonces tenía muy claro y tenía mucha seguridad de lo que iba a hacer.
El primer viaje que hicimos fue a Nueva York, hicimos cinco historias y yo abordé cada una de manera distinta. Con un lenguaje diferente. Eso me daba la seguridad de que el proyecto sobreviviera, porque si me la jugaba por un estilo demasiado marcado, podía fracasar.
Y lo que logramos causó como un shock respecto a la visualidad. Incorporamos la narración al documental, cosa que ni siquiera yo acostumbraba a hacer porque trabajar la realidad a partir del material mismo, que sea el material el que te construya el relato, es mucho más difícil y más lento.
Cuando instalamos una cámara arriba de un taxi sobre la Quinta Avenida, logramos cambiar todo el relato, y todo lo que la gente en Chile conocía como reportaje televisivo. En realidad fue una pequeña revolución. Pero era porque no se había visto, nosotros no estábamos inventando absolutamente nada, simplemente yo lo había visto afuera.



¿Cuánto manejo existía de las situaciones, cuánto se guiaba a los personajes en cuestión?

La técnica que a mi me gusta es la mixta. Hay directores que recrean todo, yo en cambio soy partidario de dejar que las situaciones surjan de los protagonistas, pero a la vez de intervenir cuando no pasa nada.

En este programa se tocaron historias de exiliados. ¿Cómo reaccionó el canal con estos temas?


En el caso del canal había una aprehensión, como la había con varios temas. Uno era el tema del exilio, otro de los valores, sobre todo con el tema de la homosexualidad. Existía el problema de cómo tratar a los homosexuales en el programa. No es como ahora que se enfiesta todo, en esa época un homosexual en la televisión chocaba.
Me acuerdo que hicimos un capítulo en San Francisco. El primer personaje era exiliado, el segundo también y además era gay. El tercero era una niña hija de chilena casada con un negro norteamericano, ella era negra, feminista y homosexual. Y me acuerdo que cuando presenté el capítulo quedó la escoba. Se produjo un problema más o menos serio.

¿Pero las historias fueron presentadas en su totalidad?

Sí, porque dije que si las cambiaban, me retiraba. El programa se transmitió completo. En ese momento fue todo un tema, si hoy lo muestras no pasaría nada.

¿Fue a partir de “Los Patiperros” que comenzó a interesarte el tema de los extranjeros, del desarraigo, del movimiento?


En los años ochenta yo quería estudiar cine, y para eso la única alternativa era irse al extranjero. Me quería ir de Chile pero no tenía plata para hacerlo. Siempre estaba diciendo que me iba a ir, siempre me estuve yendo y al final nunca pasó. Mi visión era de alguien que no había salido nunca, totalmente provinciana, ingenua, pero a la vez si hubiera vivido afuera quizás mis preguntas habrían sido diferentes.
Entonces el tema del viaje para mi era importante, me interesaba muchísimo saber cómo vivían y pensaban en otros lugares. Me llamaba la atención el hecho de estar en otro lugar, donde todo parece distinto, hasta la luz… es como estar en una película, porque uno siente que la única realidad es ésta, la más cercana.
Me atraía el tema del viaje y el movimiento y todas las cosas que he hecho están de alguna manera ligadas a eso. “El tren del Desierto” es un tren que viaja, “Nema Problema” es la historia de ex yugoslavos que se vienen para acá. Siempre está el tema del cambio de lugar, de hibridación cultural.
Ahora estoy con una serie de adolescentes llamada “En tu lugar”, o sea nuevamente, viajes. Yo hice un documental con esto, de ahí nació la idea de la serie.

¿Qué pasa con el tema indígena reflejado en trabajos como “Orígenes” y “Pachayky” (En tu Lugar)? ¿De dónde viene este interés?

No sé si me interesa tanto el tema indígena, como el tema de viajes. Conozco poco, nunca me ha interesado mucho como trabajo documental. No es que no me lo encuentre fascinante, sino que no he ha estado dentro de mis primeros intereses. En todos los capítulos que hicimos para esta serie para Canal 13 aparece la temática indígena de alguna u otra manera.

Cómo es tu relación con el mundo televisivo

Yo trabajo con gente independiente acá en la productora (Surreal) y eso igual es potente. Igual a mí me parece que el contexto actual de la televisión es bien terrible, encuentro que la situación es crítica. Creo que hay un concepto de la televisión que se va a apagar súper caro. No hay ningún contrapeso a lo que está ocurriendo, no hay diversidad…y es un problema enorme considerando que Chile es un país donde la gente consume tres horas de televisión. Si sumamos a esto el bajo capital cultural y educacional de la población, vemos que la televisión está cumpliendo un rol devastador. No puede ser que los niños lleguen a las cuatro de la tarde y vean lo que están viendo, es un desperdicio...
Aun cuando no se le puede exigir a la televisión que entregue a los niños lo que supuestamente tienen que entregar los colegios, hay que tener en cuenta que eso tampoco está pasando. Al final nadie está entregando esa información, es dramático.

¿Es eso lo que quieres cambiar?

Mi misión es tratar de entregar calidad. Cuando hay un desequilibrio tan grande en la educación, la televisión abierta podría cumplir un rol importantísimo. No olvidemos que la televisión abierta es gratuita, democrática, en cambio la televisión por cable es pagada y por lo tanto discrimina. La televisión abierta llega a todos los chilenos, entonces hay una responsabilidad social y pública. No puede ser que un canal público le pague diez millones de pesos a la Geisha para llevarla a un programa, cuando esa mujer estafó a un montón de ciudadanos japoneses. Se han perdido los parámetros, no hay acuerdos básicos sobre el tema de la televisión. Mientras yo pueda hacerlo lo voy a hacer.
Se dice y se repite que a la gente le gusta ver estas cosas, pero no es así, es solo que no existen más alternativas. La gente tiene avidez de cultura, pero no sabe cómo conseguirla. Entonces tú tienes que mostrar esos caminos, esas claves, al tener más educación se convierte en tu trabajo. Tampoco se trata de hacer televisión para la elite, para gente más culta. Un ejemplo de esto es lo que pasó con “Al sur del mundo”, cuando lo sacaron del aire tenía más de 25 puntos de rating en el estrato más popular....o sea la gente más humilde veía el programa para aprender. Y ahí lo sacaron.

Entonces crees tu responsabilidad mejorar la televisión

Pero por supuesto. En la medida que uno está ahí, hay que tratar de poner un contra fuerte. No puede ser que todo sea Kike Morandé y que se intente convencer que de eso se trata la televisión.

¿Crees que la gente involucrada en el ámbito audiovisual está preocupada por esta situación? ¿Has visto un cambio temático durante los últimos cuatro años?

Sí. Yo estoy metido en la Plataforma Audiovisualy uno de nuestros temas es ver la calidad de lo que estamos haciendo. No solamente en la televisión, sino que también en el cine. El tema de la producción cultural es muy importante, es nuestro espejo. Y yo veo la preocupación de la gente audiovisual de hacer cosas mejores.

En cuanto al reconocimiento mundial que has tenido con tu trabajo, especialmente con “Nema Problema”, qué crees que se valora más de tus producciones.

Me lo he preguntado, pero es difícil saber con claridad. En el Bafici (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) donde hubo una retrospectiva de mi trabajo, sentí que lo que más destacaban era el concepto de tratar de hacer cine en la televisión. Como dice un crítico (Sergio Wolf), domesticar territorios que son irreconciliables. A él le llamaba la atención mi obsesión por tratar de hacer algo cinematográfico en la televisión.
Yo me doy cuenta de que es así. Yo me relaciono con gente del cine y de la televisión. Puedo conversar, no hago una línea divisoria tan tajante. Aun cuando en verdad son mundos distintos, creo que es audiovisual finalmente. No creo que algo tenga que ser exclusivamente de un ámbito o del otro. Yo creo que eso les llamó la atención, además del hecho de que esos trabajos hayan sido transmitidos por televisión.

Supimos que estabas involucrado en un proyecto con Benjamín Galemiri sobre historias en el metro, además de un asunto relacionado con los adultos mayores, qué nos puedes contar de esto.

Sí, me metí ahora a hacer un proyecto con adultos mayores. Hicimos un piloto trabajando ese tema. Me parece un tema interesante. (De este piloto nacería “Viejo Zorro”)

viernes, 17 de julio de 2009

Qué paso y pasa con...Nancy Sinatra


You only live twice

La cantante, parte de las fundadoras del rock femenino de los años sesenta, participa del proyecto para la creación del Museo Nacional de Música Americana; lidera un programa radial vía internet y maneja junto a sus hermanos, los derechos de autor de las canciones de su padre: Frank Sinatra.





No son muchos los casetes que guardo. Varios (obviamente originales) se derritieron en el tablero del auto de mis papás y otros fueron prestados pasando a la posteridad. Creo que me quedan solo cinco originales made in Argentina o Ecuador y todo el resto son copiados y en su mayoría, están repletos de hits de Radio Carolina. Son una especie de compilados bailables del `87 al `90 grabados en la radio IRT de una casetera, que me regalaron cuando tenía 5 años.

No fue hasta mediados de los noventas, en pleno apogeo de MTV, que revisé su contenido con la simple intención de re grabarlos con Nirvana o Illya Kuryaki. Pero no pude borrar ninguno. Casi todas las canciones aun me gustaban pero más que nada me hacían reír. Para ese entonces ya sabía cuáles eran las bandas y qué había sido de ellas, pero había un par de temas que jamás volví a escuchar hasta el día de hoy. Uno de ellos me llamó especialmente la atención, lo tenía grabado en tres casetes y era particularmente malo, un hip hop ultra básico que utilizaba un sampler de una mujer de voz arrastrada. Esa era la parte por la cual estaba en mis registros.

Recién entonces me di cuenta que no era original del tema e intenté averiguar de quién era ese coro. No fue hasta el día que manejé Internet (casi llegando al presente siglo), que descubrí que se trataba de “These boots are made for walkin`” de Nancy Sinatra, mujer de la que solo conocía su procedencia familiar. Gracias a Soulseek y Kazaa pude ahondar en su discografía, la cual conocía casi en su totalidad sin siquiera saberlo.

Nancy Sinatra: These Boots are Made for Walking



No tuve mayor contacto con la cantante hasta hace un par de años atrás, cuando acepté desfilar el vestido de una amiga que optaba por su título de diseñadora de vestuario. La banda sonora para la ocasión era nada menos que “Sugar Town”, canción que recorrió los TOP 10 en 1966 junto con “How does that grab you, darlin`?”, y cuya carátula fue censurada en Boston al dejar en evidencia cómo lucía la cantante en su bikini.





Estos fueron algunos de los hits que durante la segunda mitad de los sesentas despegaron la carrera de Sinatra en Estados Unidos, pues aun cuando desde principios de la década la también actriz ya sonaba en Europa y Japón, no fue hasta el lanzamiento de su disco “Boots” y la ayuda del productor, arreglista y compositor Lee Hazelwood, que se transformó en una invitada recurrente a la televisión nacional. Medio que por supuesto le era absolutamente familiar a la hija de Frank Sinatra y en el cual ya había tenido la oportunidad de acompañar a Elvis Presley, no solo tras las cámaras, sino que para recibirlo en el aeropuerto al término de su servicio militar. Este sería un primer acercamiento al mundo bélico, pues años más tarde se convertiría en la pin up favorita de las tropas estadounidenses en Vietnam, a quienes visitó dedicándoles un par de temas, entre ellos “My Buddy”.






Presley y Sinatra estarían juntos de nuevo en “Speedway”, cinta estrenada en 1968 y que junto con “The Wild Angels”, protagonizada por Peter Fonda, se reconocen como las más exitosas para la cantante. Por mi parte, me encantaría conseguirme “The Ghost In the Invisible Bikini”, parte de los últimos representantes de las beach party movies de la American International Pictures.





En total 7 fueron las películas en las que la cantante participó entre el ´64 y ´68, periodo en que grabó la misma cantidad de discos. Fue a principios de los setentas que declinó su acelerada producción musical, dedicándole la mayor parte de su tiempo a la crianza de sus dos hijas y al servicio social. Fue solo en 1981 que volvió a los estudios de grabación para desarrollar un disco country junto a Mel Tillis y para lanzar cuatro años más tarde, su primer libro familiar: “Frank Sinatra, My Father”.

Suele nombrase a Nancy Sinatra como una de las fundadoras del rock femenino, favorita de Madonna, Kim Gordon y Kim Deal, es citada como un icono de la rebeldía musical de los sesentas. Creo que no podía ser de otra manera. La contingencia no permitía la aparición de otra Lesley Gore con sus pegajosos pero deprimentes mensajes basados en la consigna de que “quizás sé que me está engañando, quizás sé que me está mintiendo, pero qué puedo hacer”. Aun cuando algunos de sus temas como “You don´t own me” establecían un pop femenino más radical, no puede meterse en la misma categoría de Sinatra, que no solo volcaría las líricas, sino que exploró la psicodelia, el country y el trabajo en duetos tanto con su padre en “Something stupid”, como con su mentor Barton Lee Hazelwood (“Some velvet morning”, “Summer wine”, “Sand”, “Jackson”).






Todo tomó forma al cambiar el look moreno y recatado de Sinatra apreciable en “So long babe”, por mini faldas, botas altas, pelo decolorado y sombras celestes. La sensualidad de Sinatra, que llevó a su apogeo en 1995 al desnudarse para la Playboy como parte de la promoción de su disco “One more time”, junto con el gran espectro musical explotado, le dan sin duda este renombre.




Hoy la cantante continúa ligada a obras de caridad y a espectáculos conmemorativos para los veteranos de Vietnam; lanzó en el 2006 un compilado musical y su nombre fue plasmado en la estrella número 2,312 del Paseo de la Fama de Hollywood.
Junto con ello, maneja personalmente dos páginas webs dedicadas a su trabajo y al de su familia (www.sinatrafamily.com / www.nancysinatra.com) y conduce semanalmente un programa de radio satelital transmitido por televisión. Ella, junto a sus hermanos, posee los derechos de autor de Frank Sinatra, con lo cual ha podido controlar la producción cinematográfica en torno a su vida y obra. Para ellos, es esencial supervisar la correcta interpretación y utilización de su biografía familiar, por lo cual muchos proyectos han sido frenados, dada la imposibilidad de contar con una banda sonora acorde.

Musicalmente, Nancy Sinatra sigue ofreciendo espectáculos tanto en Estados Unidos como en Europa, y su nueva banda la han conformado Gilby Clarke, guitarrista de Guns & Roses, además de los bateristas Clem Burke de Blondie y Pete Thomas de Elvis Costello. Estos no son los únicos artistas con que la cantante ha trabajado en los últimos años: en el 2004 se lanzó “Nancy Sinatra”, cd donde colaboraron Morrissey, Jarvis Cocker, Steve Van Zandt, Calexico y Sonic Youth, entre otros. Además colabora en el proyecto para la creación del National Museum of American Music (NMAM): biblioteca y centro educacional que pretende almacenar la mayor herencia musical de los Estados Unidos.
Entre sus proyectos se encuentran además el lanzamiento de un box set con los clásicos, rarezas y material inédito de Nancy Sinatra, que esta vez no disfrutará de la compañía de su amigo Lee Hazelwood, quien murió en agosto de 2007.